Friday, January 11, 2013

Un año en el desierto: Anécdotas desde el corazón de Yemen (Diario Libre, 29/8/2009)

El Amor en Plural

"Alan, sabías que tenía cuatro esposas hace 5 años?", me preguntaba orgulloso Thabit Ata, un profesor retirado que ahora se dedica a deleitar las reuniones de Qat con sus ingeniosidades y ocurrencias. "Si, y no te imaginas la pesadilla que fue esa. Para decirte, me divorcié de las cuatro y ahora estoy más feliz que nunca." "Y porque te divorciaste de todas Thabit?", le preguntaba interesado, en mi mente albergando cien preguntas más. "Oh Alan, esas mujeres querían andar solas todo el tiempo. A mí no me gusta que mis mujeres anden rondando por las calles sin mis hermanas o primas. Imagínate, una mujer andando por ahí sin ningún tipo de supervisión". Como muchos sabrán, el Islam le permite al hombre casarse con hasta cuatro mujeres. Para esto, es imprescindible que el hombre disponga de suficientes recursos y pueda ofrecerles una calidad de vida similar, nunca favoreciendo a una sobre las otras. En Hays, el remoto pueblo donde me encuentro, esta organización familiar es muy común, y algunas familias albergan hasta treinta y cuarenta hijos. No han sido pocas las veces que me han dicho oraciones como esta: "yo soy el quinto hijo de la tercera esposa de mi padre", o "yo soy el primogénito de la cuarta esposa de mi padre". 

En estos días le pregunte a Hassan, mi traductor y mano derecha, cómo puede un hombre sobrevivir sexualmente con cuatro mujeres en la misma casa. "Bueno Alan, cada quién tiene su calendario. Cada día de la semana le toca a una mujer diferente, y es importante no complacer a la misma mujer dos veces sin haber complacido a todas las demás antes. Por esa y un millón de otras razones es que yo sólo quiero a Rita. Sólo quiero una mujer en mi trono". La generación de Hassan, aquellos con menos de treinta años, aparentemente han aprendido de las generaciones anteriores, la mayoría sólo deseando casarse con una sola mujer. "También, la vida ahora está demasiado cara para poder mantener a tanta gente".

El Amor en Singular
"Hassan, y como te llegaste a enamorar de Rita sin haberle nunca visto el rostro"?, le preguntaba intrigado. "Bueno Alan, aquí en Hays, los hombres mandamos a nuestras hermanas y madres a conocer a nuestra posible esposa, y estas nos aconsejan si la mujer vale la pena o no". "Hassan, pero como vas a confiar en la opinión de otros? Eres tú que te vas a pasar la vida con esta mujer!". Mientras Hassan se preparaba para contestarme, su cara se llenaba de un talante culpable, y en tono muy bajito me contesta: "No le digas a nadie, pero hace unos meses vi su rostro en su identificación en el archivo de recursos humanos. La mujer es hermosa Alan, hermosa!"

Aunque el caso de Hassan y Rita es un amor bilateral, en muchos casos , el hombre elige a su mujer de manera ciega, influenciado más por las posibles relaciones familiares que va a conseguir, o por la cantidad de dinero que puede pagar. "Bueno, si me la ponen muy difícil en Hays, me voy para Tai'z!", me decía Ahmed, un adolescente que vende frutas en frente de mi casa, hormonalmente expresando su deseo de conseguir una esposa lo más pronto posible. "Y porque Tai'z Ahmed?", preguntaba curioso. "Alan, no sabías que en Tai'z las mujeres son mucho más baratas que en Hays?", me respondía como si el dato fuera algo mundialmente conocido. "Allí puedes conseguir una mujer decente por hasta cien mil riales (quinientos dólares) y sin muchas preguntas", me decía, mientras su rostro se iluminaba con la esperanza de que ese día llegara pronto.

El Caso de Hassan

Hassan está profundamente enamorado de Rita. Aunque la última vez que le vio su rostro fue hace más de quince años, cuando ambos correteaban por las polvorientas y estrechas calles de Hays, su corazón se estremece cada vez que esta le dirige la palabra y reposa sus penetrantes ojos negros sobre los suyos. 

Hace seis meses, Hassan tomó una decisión: se reunió con el padre de Rita, Mohammed, para pedirle la mano a su hija. Mohammed, conociendo que Hassan es de los únicos tres hombres en su comunidad que trabajan para una ONG internacional, se hizo grandes ilusiones, ya que piensa que Hassan es un hombre adinerado y puede ofrecerle mucho por su hija. 

En la tensa discusión entre Hassan y Mohammed, éste le pidió que para "reservarle" a su hija, tenía que darle 10 ovejas, aparte de los anillos de oro que tenía que comprar para hacer a Rita su Khatiba (prometida). Hassan, transportado por el amor que le tiene a su amada, gastó todos sus ahorros que sacrificadamente reunió por más de un año, y vendió parte de sus pertenencias para vivir con la esperanza de que Rita un día fuera suya.

El padre de Rita estaba contento. La cantidad de animales que tenía se duplicó, y pensando que podía sacarle más beneficios a su futuro yerno, le pidió a Hassan que para entregarle oficialmente a Rita, y finalmente poderla hacer su Zeuja (esposa), tenía que entregarle un cinturón tradicional Yemenita tapizado en oro. 

Hassan estaba destruido. Sabía que el costo del cinturón sobrepasaba los mil dólares, y que aparte de eso, tenía que pagar el costo de la boda, que generalmente dura tres días. El único pensamiento que le daba fuerzas era aquel momento sagrado en que le quitaría el velo a su amada, mientras recitaba unos versos del Corán, para finalmente hacerla suya para siempre mientras se deleitaban uniendo sus cuerpos y almas. 

Ya han pasado 9 meses desde que Hassan le pidió la mano a su amada, y sólo ha podido ahorrar 250 dólares. El dilema de Hassan es común en Yemen. En muchos casos, los hombres tienen que irse a trabajar a Saudí Arabia para satisfacer a sus suegros y finalmente estar con la mujer de sus sueños. Inshallah (si Dios lo permite), iré a la boda de Hassan y Rita antes que me vaya de esta mítica tierra. 

El Islam le permite al

hombre casarse con hasta

cuatro mujeres, debe

tener suficientes recursos

para ofrecerles una

calidad de vida similar,

nunca favoreciendo

a una sobre las otras.

Publicado en el Diario Libre en fecha 29 de Agosto del 2009. (http://www.diariolibre.com/noticias/2009/08/29/i213481_ano-desierto-anecdotas-desde-corazon-yemen.html)

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